miércoles, 11 de junio de 2008

VER MÁS ALLÁ

Esta es la historia de un niño que formaba parte de una tribu que vivía enel desierto en tiendas de campaña. Una noche, mientras dormía junto a la vieja que le cuidaba,de pronto se levantó y salió de la tienda y mirando al cielo se sintió maravillado ante el cielo plagado de estrellas que nunca antes había visto.

Era una noche de verano, el silencio lo cubría todo. Al niño le pareció que aquella era la noche más hermosa desde la creación de mundo. Todo era tan sereno, tan apacible, bajo el brillo de millares de estrellas que se diría que aquella gran armonía anunciaba algo. Le pareció que aquella hermosura no terminaba allá.Que aquello estaba preparado para algo, para alguien. ¿Iba tal vez,a venir el Anunciado a los profetas?
Corrió emocionado donde la vieja diciendo: "Ven, ven a verlo. En el cielo hay por lo menos, diez estrellas! ¿No crees que el Mesías podría venir hoy? La vieja, medio dormid, levantó los ojos al cielo y viendo los millares de estrellas que tantas veces había visto, respondió : "Olvida al Mesías ¡y aprende a contar!"
Evidentemente, el niño, formaba parte del grupo -pequeño grupo- de los que esperan algo. De los que saben que detrás de la realidad hay otra realidad más profunda y hermosa. De los que están seguros que la belleza del mundo esconde mayores secretos. De los que nos se quedn atrapados en lo que ven sus ojos y quieren ir más allá, un poco más allá.
La vieja, seguramente, representa a la mayoría de la Humanidad. Creen que lo han visto todo. Y en lo que ven, nunca saben descubrir lo que puede haber detrás. Se ríen incluso de los soñadores. Para ellos lo importante es saber contar, vivir en la superficie de su aburrimiento. No se atreven a creer en nada más, porque tienen miedo a decepcionarse luego. Prefieren creer poco, esperar nada, y así se sienten mas seguros.
Yo quisiera ser de los que sueñan... de los que esperan... de los que apuestan por la utopía... de los que confían ...de los que no se resignan a que las cosas sean como parece que son en apariencia... de los que creen que todo es bueno y que lo que viene también lo será... de los que no hacen caso a esa vieja que todos llevamos dentro de cada uno y que nos asegura que no hay nada detrás de las estrellas.
No digo que lo sea, ni mucho menos, sino que me gustaría ser...
Y es que sólo de los que creen es el reino de los cielos. Sólo de los que esperan y de los que confían será el reino de la paz.

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