lunes, 16 de febrero de 2009

PARA PROGRESAR EN EL CRECIMIENTO INTERIOR

Paso a paso para ir progresando en el crecimiento interior....
Comenzamos por el primer paso:

PASO 1
Gracias por estar. No lo lamentarás, te lo prometo.
Comencemos con unos cuantos "ejercicios" que ya han demostrado en otros casos que pueden servir para sentirse mejor.
1) ¿Qué cosas siempre quisiste hacer y nunca te atreviste? ¿Por qué no haces una lista de esas cosas y vas rompiendo cada uno de esos tabúes? Siempre te has movido en una zona conocida, a la que muchos llaman "zona de comodidad", evitando tomar decisiones o realizar acciones que supones "incómodas" porque hacen que sientas vergüenza, temor, inquietud... Prueba, y notarás que no eran para tanto. Siempre pudiste hacerlas pero nunca te animaste. Anímate. Verás como tu actual "zona de comodidad" se amplía hasta donde tú quieras.
2) ¿Usas tus sentidos plenamente? ¿Tocas, miras, saboreas, hueles, escuchas al máximo posible? En general, mientras estás ocupado "desconectas" sus sentidos para no distraerte. Pero te pierdes de disfrutar de miles de sensaciones que están a tu alrededor. Toca, acaricia, aprieta, siente los sabores, analiza los aromas, ve con atención cada detalle, concéntrate en los sonidos del mundo que te rodea.
3) Cuando notes que alguien está haciendo algo bien, sea un conocido o un desconocido, acércate y díselo con toda sinceridad. Verás que la mayoría de la gente es mucho más agradable que lo que supones hoy. Y no será porque la gente haya cambiado sino porque tú habrás cambiado.
4) ¿Es necesario ser rico para disfrutar de las mejores cosas? No siempre. Las mejores cosas no tienen un precio en dinero, no se compran sino que se ganan. Pero hay pequeñas cosas de bajo costo que sí podemos comprar para regalar a una persona querida, manifestándole con ella nuestro afecto. Y hay también cosas como ésas que no debes privarte de comprar para regalártelas tu mismo, para demostrarte que te quieres mucho.
5) ¿Alguna vez compraste algo valioso para guardarlo para el futuro? ¿Y te diste cuenta que hoy es el futuro de ese día en el que lo compraste? Es hora de sacarlo de su escondite y comértelo, fumártelo, bebértelo, usarlo o lo que sea. Si has acumulado algún tesoro para el mañana, recuerda que el mañana tiene que hacerse alguna vez hoy, para que puedas disfrutarlo.
6) ¿Dudas cada vez que tienes que tomar alguna decisión? ¿Consultas a todo el mundo y luego tratas de dilatar el asunto para no tener que elegir una opción? ¿Por qué crees que cualquier otro sabe mucho más que tú acerca de cualquier cosa? Escucha a todos, pero también anímate a dejarte llevar por tus sentimientos e intuición. Si te equivocas, hazlo por ti mismo, y no por hacer caso de opiniones, sentimientos o intuiciones ajenas.
7) ¿Sentiste en algún momento que debías hacer una cosa ya mismo? ¿Notaste una especie de excitación que parecía impulsarte a actuar cuando no había un motivo racional para hacerlo? Eso pasa de vez en cuando. La próxima vez, cuando sientas que quieres hacer algo, hazlo. No analices las desventajas de hacerlo, sino solamente las ventajas. No te pidas permiso: dátelo. Tendrás que afrontar las consecuencias por lo que hagas, pero también tendrías que afrontar las consecuencias por no haberlo hecho. Piensa lo suficiente, no más, y actúa. Recuerda que existe la "parálisis por análisis", es decir, no hacer nada por pensar demasiado cada acción a realizar.
Recuerda que tú puedes vivir sin cualquiera menos sin ti. Ámate profundamente. Cuídate. Busca tu felicidad con fuerzas. Quien no es feliz no puede hacer feliz a nadie. Para poder dar algo, antes hay que tenerlo. En fin, antes de proseguir este camino que emprendimos juntos, "haz tu fiestita", con lo que siempre deseaste pero nunca te animaste a tener. Y luego acompáñame en el paso siguiente, porque vamos a seguir hablando sobre el tema más importante del mundo: tú.

jueves, 12 de febrero de 2009

AMAR SIN CONDICIONES



El amor incondicional, este concepto que muchos ven como útopico e ideal, nos habla sobre nuestra capacidad de comprensión hacia nuestro prójimo, en cuanto a sus actitudes y posibles rechazos del afecto proferido.
Logramos captar la esencia e interiorizarla, cuando finalmente aceptamos el discernimiento sobre el "dar" sin esperar nada a cambio.
El practicar cotidianamente el "amor incondicional", es saludable y nos beneficia en todo sentido. Pero pide un gran trabajo personal sobre nuestro desapego afectivo, el mismo que nos permite amar sin egoismo, sin manipular, sin esclavizar, sin retener a nadie, aceptando la voluntad de terceros hacia nuestra entrega afectiva, liberándonos de la ilusión y disfrutando de la entrega, sin condiciones.
El amor condicionado esclaviza y el amor incondicional libera.... Ojalá pueda al llegar a amar incondicionalmente cada día de mi vida.

domingo, 1 de febrero de 2009

ESTO VIENE DE LEJOS...

Mirando los blogs por los normalmente me muevo, leyendo los comentarios, saludos, amistades que se van creando... reflexionaba sobre este medio que favorece y facilita tanto a la hora de entablar relaciones, te permite tratar con personas que antes no conocías, a las que no has visto nunca y probablemente nunca llegarás a ver y entre las que , sin embargo, se generan unos sentimientos , unas relaciones que pueden llegar a ser tan íntimas y cercanas como puedas llegar a tener con alguien que físicamente tienes cerca.
Sé que este tema da que pensar y más de una vez o de uno ya lo habréis pensado... Lo que yo no sabía era que esta reflexión viene de muuuuucho antes.
Ya en la Antigua Grecia algunos filósofos sin conocer ni de lejos,las tecnologías de comunicación que manejaríamos en el siglo XXI, dieron sus versiones para tratar de explicar el fenómeno de las relaciones personales remotas que se valen de la palabra escrita para comunicarse.
Sócrates afirmó:
"Voy a hablar con la cabeza tapada, para que, galopando por las palabras, llegue rápidamente hasta el final, y no me frene, de vergüenza, al mirarte".
Escuchado esto, su discípulo Platón, en uno de sus diálogos escritos, demostró que es más fácil entablar una relación, y mantenerla durante un cierto tiempo, con una persona a la que no ves, a la que no has visto nunca y a la que probablemente nunca verás, que con una persona a la que ves, sobre todo cuando lo que se quiere transmitir son afectos y sentimientos.
Se ve pues, que ésto viene de lejos...