martes, 18 de noviembre de 2008

RIQUEZAS DE PRIMERA O DE SEGUNDA...

A estas alturas ya nadie duda de que vamos hacia un tiempo de más estrecheces. Las vacas gordas pasaron a la historia y parece que para todos llegó el tiempo de apretarse el cinturón (aunque los pobres se quedaron sin agujeros que apretar hace mucho tiempo).
Primero le llegó el agua al cuello a las clases medias; hoy, hasta los más derrochones se ven obligados a mirar el euro.
¿Es esto una desgracia? Lo es, desde luego, para cuantos pasan hambre.
Pero yo me pregunto si unos ciertos grados de estrechez no serán un don para el mundo y no nos empujarán a descubrir todas esas otras fortunas baratísimas que hoy tenemos medio olvidadas.
Porque -aunque de esto apenas se hable- hay riquezas carísimas y riquezas baratas. Y sería dramático que mientras la gente se pasa la vida llorando por no poder alcanzar los bienes caros, se dejasen de cultivar los que tenemos al alcance de la mano.
La más grande y barata de las riquezas es, por ejemplo, la amistad. Una buena amistad vale más que una mina de oro. Sentirte comprendida y acompañada es mayor capital que dar la vuelta al mundo. Un corazón abierto es espectáculo más apasionante que las cataratas del Niágara.
Alguien que nos ayude a sonreír cuando estamos tristes es más sólido que mil acciones en bolsa.
¡ Quién sabe si cuando todos vayamos siendo pobres descubriremos mejor esa propiedad milagrosa de la amistad con la que no contábamos!
También se puede ser gratuitamente millonarios de sol, de aire limpio, de paisajes. Hace falta dinero para hacer un safari por Africa Central, pero no hace falta una sola moneda para acariciar la cabeza de un perro y ver cómo levanta hacia nosotros sus ojos agradecidos...
Y ¿quién podría asegurar que una cena de gala en el Waldorf Astoria produce mayor gozo que una tarde de primavera bajo la sombra de un sauce?
¿Y el placer milagroso y baratísimo de la música? Lo que en el siglo XVIII
no podían permitirse ni los emperadores lo tenemos ahora a diario. ¿Y qué mina de diamantes me haría tan fabulosamente rico como el poder tener en mi oído y en mi alma el concierto de violoncello de Schuman o las vísperas de Monteverdi?
¿Desde cuándo un coche, un apartamento, una vuelta al mundo, un abrigo de visón pueden producir la centésima de placer verdaderamente humano que aportaría un solo buen poema?
Nos han engañado, amigos. Nos han estafado acostumbrándonos a creer que es el estiércol del dinero y del lujo la verdadera moneda de la felicidad. Nos han empobrecido diciéndonos que el mundo sería menos mundo cuando estuvieran más flacas nuestras cuentas en el banco.
Nos han conducido a equivocarnos de piso, a dejar en las arcas del olvido las riquezas de primera, creyendo que existen sólo las riquezas digestibles. Hay tesoros baratos y casi nadie lo sabe.
Hay multimillonarios que gastan la vida en llorar por creerse pobres. Y yo me pregunto si un poco de estrechez no serviría para abrirnos los ojos. Y, la verdad, no me preocuparía que en el mundo que viene tuviéramos que apretarnos un poco el cinto a cambio de que aprendiéramos a estirar el alma.
Adaptado de Martín Descalzo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Dove queria ponerte un Email, para mandarte el codigo de la plantilla que tenias antes por si te interesaba, y me devuelven el correo te he escrito desde varias cuentas. sera que tienes la cuenta mal escrita. bueno ya me diras, un saludo

Hada Saltarina dijo...

Sí, la riqueza no tiene que apartarnos de la verdadera riqueza. Ser rico es saber disfrutar no sólo tener, ¿verdad? Me encanta Martín Descalzo; siempre me dio cosas positivas que integrar.

Un abrazo muy fuerte (espero que lo te comenta la Hermana Isaqui resuelva ese problemilla de visualización)

Dove dijo...

GRacias por vtrs comentarios. Ojalá sepamos valorar y disfrutar todo lo que se nos da de manera gratuita y sepamos también compartirla con los demás.
Un abrazo... y a ver si recupero mi plantilla de nuevo. Bessss

Anónimo dijo...

Hola Dove ya te he puesto un correo a ver si te llega, a veces hay problemas con yahoo, si no te llega mi correo es: isaqui_cd@terra.es
saludos

Anónimo dijo...

Hola ya estoy otra vez aqui te he contestado respondiendo a tu correo espero que te llege te mando archivo adjunto, un abrazo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.